Comunicación oral y gesto-espacial:
La comunicación oral evoluciona con el desarrollo del lenguaje; la palabra hablada -que es la más natural y elemental expresión del ser humano-.
Durante la era de la civilización del Tiwanaku, el aymara fue seguramente la “lengua franca”. Ya durante el imperio incaico llegó a sobresalir el chimú (yunga), el puquina, el aymara y el quechua. En la formación y expansión del imperio incaico se continúo hablando el aymara, aunque el quechua fue reconocido como idioma “oficial” del Tahuantinsuyo, sin embargo, el aymara convive hasta ahora con el quechua. Otro idioma en el imperio incaico fue el runasimi, que es el variante del quechua, era extraordinariamente dotado y sus medios expresivos estaban por encima de los del español del siglo XVI. Jesús Lara lo describió como "admirable interpretación de la naturaleza andina. Cada palabra es una imagen estilizada, en cada frase hay una música esencial y el color se halla dosificado en él como en los valles floridos. Es plástico y vigoroso como las montañas, fluido como los ríos, sonoro como el viento y ancho y suntuoso como el Tawantinsuyu". Las formas de comunicación oral son finalmente artísticas y expresadas por la música, la información y el relato literario, que hacen trascender la cultura prehispánica más allá de sus tiempos y de los usos cotidianos que éstas tuvieron.
a) La música
Al parecer, fue el canto la primera y más importante expresión artística que se distingue más por sus usos sociales que por sus características sonoras. Los instrumentos musicales sirvieron más como acompañantes del canto, así tenemos: las palmas de las manos, las ramas de los árboles, los troncos, los caracoles y las pinzas de cangrejo. Con el tiempo se construyeron instrumentos usando como base la madera, caña y huesos de animales y, posteriormente, la cerámica y el metal permitieron la variación y perfeccionamiento de los métodos de construcción de instrumentos musicales; un ejemplo tenemos en los tiwanacotas, que con el arte y esmero ponen de manifiesto la superioridad de la música prehispánica con la mayor belleza, sonoridad y calidad del material. Los incas trajeron al Cuzco a los mejores especialistas, hábiles constructores de instrumentos musicales aerófonos y contaban con músicos profesionales. Éstos relacionaron los sonidos y ruidos con las divinidades andinas.
a.b.) Los instrumentos musicales
El instrumento musical más importante en el continente americano prehispánico fue la flauta, tanto en su aspecto musical como sonoro y simbólico. “Al tomar posesión del trono, el Inca entrante invocaba a la divinidad diciendo ‘yo soy tu flauta, revélame tu deseo, comunícame tu aliento del mismo modo que la flauta, como lo has hecho con mi predecesor: me resigno enteramente a tu querer.’”. La flauta quena imitaba la voz humana, cantaba al amor, era ejecutado por los hombres como medio de seducción. En el templo de las vírgenes del Sol en Cuzco, había un sector especial llamado Taquiaclla para niñas de entre nueve y quince años, escogidas en todo el reino por su belleza física y su talento para el canto, a quienes se enseñaba a tocar la flauta para los banquetes, matrimonios y festividades de la corte.
Los tambores de doble membrana fueron para uso ceremonial y público, ubicado en Sudamérica. En el Cápac Raimi 2hacían el son cuatro tambores grandes del Sol, fue el único instrumento que podía ser tocado también por mujeres. También fueron importantes instrumentos de guerra. Utilizados para demostrar su poder sobre los pueblos vencidos.
La trompeta aymara, pututu o kkepa, es el instrumento musical onomatopéyico más antiguo de los aymaras. Las trompetas cortas eran usadas para dar señales. La importancia ritual y simbólica.
Los chichiles, especie de sonajas y cascabeles, eran ceñidos a la cintura por los incas para marcar su presencia, las campanillas atadas en las ramas de los árboles, ubicado en la actual Colombia, imitaban el movimiento del viento como ambientación sonora sobre tumbas.
a.c.) La producción orquestal
La irregularidad de técnicas de construcción de instrumentos incaicos que permitía la producción de sonidos de la escala pentatónica y también presentaban ya escalas de 12 semitonos. Podrían ser comparadas con las grandes orquestas modernas, pero no tenían directos. En las orquestas de sikus, cada instrumento está dividido en dos mitades con tonos complementarios y tocados por un par de instrumentalista. Para desarrollar una melodía, ambos tocaban alternadamente. La solidaridad y cohesión se equilibraban con el tinku, competencia que se establecía entre orquestas de diferentes pueblos.
Suelen Granda
Bibliografía:
BELTRÁN, Luis Ramiro, La Comunicación antes de Colón, Capítulo V
Información: mavaquito@gmail.com
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